Es fácil darse cuenta que nuestra sociedad contemporánea, atraviesa por un período de cambios radicales en lo Económico, Social, Estético, Cultural y Tecnológico, esto ha llevado sin duda a que el comportamiento de los individuos se vea influido por tales transformaciones y nos condicione de alguna forma en la percepción del medio ambiente y como nos situamos en él.
Todos estos cambios sin duda han traído consecuencias, positivas y negativas. Y son estas últimas las que dan origen a la renombrada crisis ambiental, que se ha transformado en una de las principales preocupaciones de los gobiernos mundiales.
Hasta hace unos cincuenta años atrás, se pensaba que los recursos de la biosfera eran prácticamente ilimitados y que la naturaleza de manera constante se iba a regenerar para satisfacer nuestras necesidades. Hoy sabemos que las cosas son distintas, que no siguen ese curso, que los recursos naturales son limitados, que la humanidad sigue creciendo y que nosotros seguimos destruyendo nuestra base de vida. El deterioro ambiental en el ámbito humano industria, rural y cotidiano, la explotación irracional de recursos naturales, y el poco respeto por la biodiversidad son grandes problemas que aquejan al mundo y especialmente a los países en vías de desarrollo.
Durante las décadas de 1970 y 1980 empezó a quedar cada vez más claro que los recursos naturales estaban dilapidándose en nombre del "desarrollo". Se estaban produciendo cambios imprevistos en la atmósfera, los suelos, las aguas, entre las plantas y los animales, y en las relaciones entre todos ellos. Estos grandes problemas ambientales incluyen el "efecto invernadero"1; el agotamiento de la capa de ozono de la estratosfera, escudo protector del planeta, por la acción de productos químicos basados en el cloro y el bromo, que permite una mayor penetración de rayos ultravioleta hasta su superficie; la creciente contaminación del agua y los suelos por los vertidos y descargas de residuos industriales y agrícolas; "deforestación"2, especialmente en los trópicos, por la explotación para leña y la expansión de la agricultura; la pérdida de especies, tanto silvestres como domesticadas, de plantas y animales por destrucción de hábitats naturales, la especialización agrícola y la creciente presión a la que se ve sometidas las pesquerías; la degradación del suelo en los hábitats agrícolas y naturales, incluyendo la erosión, el encharcamiento y la salinización, que produce con el tiempo la pérdida de la capacidad productiva del suelo.
En Japón, Francia, Alemania, Escandinavia, las políticas estatales son proclives a la conservación de grandes bosques, de usar sus maderas en forma sustentable y los ofrecen para la recreación de sus habitantes. En cambio los países en vías de desarrollo, como el nuestro, se empeñan en cometer los mismos errores, los cuales han exigido enormes esfuerzos económicos y humanos para ser revertidos.Debido a la degradación constante de los recursos naturales y del ambiente se han formado a nivel mundial diversas comisiones que pretenden evaluar el estado actual de nuestro ambiente y, al mismo tiempo, elaborar proyectos en conjunto para proteger al planeta de la angustiosa situación que aqueja directa o indirectamente a todos. Una de las comisiones más importantes es la llamada Comisión Brundtland, ya que ha sido la que más resultados a traído referente a la protección ambiental. En ella se originó el concepto base del desarrollo sustentable, se logró proponer una agenda para el cambio global; la que involucra tanto a países desarrollados como en vía de desarrollo, y se logró provocar consciencia, a los jefes de estado participantes, sobre la importancia de aplicar un desarrollo sustentable, el cual implica: "...satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la habilidad "
Gracias Juan por mandarme este artículo :)

1 comentario:

Anónimo dijo...

bueno este comentario esta muy completo por que viene sobre lo que afecta a la tierra y lo que no, bueno a mi me gusto mucho porque viene muy completo y muy bien resumido